No se puede dejar a un lado tampoco, las condiciones en que los docentes se ven sometidos, ya que es triste la poca inversión educativa por parte del Estado (a establecimientos educativos públicos), impidiendo así, la buena enseñanza por parte de docentes que sienten pasión por la educación. Tanto así, que en un artículo del periódico el País (octubre 29 de 2006), interviene el director de dicho medio y ministro de educación Nacional Francisco José Lloreda Mera (actual ministra de educación nacional CECILIA MARÍA VÉLEZ WHITE), afirmando que: No se entiende que en Cali la educación no sea una prioridad. Si bien es cierto que Bogotá y Medellín están en mejor condición fiscal, no justifica el poquísimo esfuerzo propio que hace el Gobierno local en este sector. Mientras Bogotá y Medellín destinan el 30% y 25%, respectivamente, de sus ingresos propios a educación, Cali sólo el 1,8%. Es decir, se recuesta en las transferencias, cuyo destino principal es el pago de maestros, quedando prácticamente al garete el mejoramiento de la calidad.
Por eso cobra relevancia quienes reclaman, con absoluta razón, que al menos un 10% de los recursos propios, $50.00 millones, se destinen a calidad educativa. Sin perjuicio de buscar una participación más justa en los ingresos nacionales que le permita al país dar un salto no sólo cuantitativo sino cualitativo en el sector, el Municipio no puede seguir eludiendo su responsabilidad en materia de financiación de la educación, y en especial, en lo atinente a calidad.
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